Bruselas, 28 de abril de 2013 – Fuera cual fuese la verdadera razón de la dimisión del sr. Dalli, el caso del ex-Comisario maltés demuestra que la Comisión necesita urgentemente una transparencia y unas normas éticas más rigurosas para evitar abusos de influencias. En lugar del actual Código de Conducta y el Reglamento de Personal, vagamente redactados, la Comisión necesita unas normas claras sobre sus contactos con lobbistas en asuntos como, por ejemplo, las reuniones fijadas por contactos que ejercen de asesores del lobby. Existe también una necesidad de normas de conducta más estrictas y obligatorias para los lobbistas, que sustituyan a las formuladas en el código de conducta ligado al Registro de Transparencia voluntario.
La Comisión ha rechazado repetidamente las peticiones de eurodiputados, medios de comunicación y ONGs para responder a preguntas clave concernientes al caso Dalli. Además, la Comisión ha rechazado las peticiones para emprender una revisión de su actual transparencia y normas de conducta. Existe un creciente descontento hacia el manejo del caso por parte de la Comisión, incluyendo su renuncia a responder a preguntas clave sobre qué sucedió durante el escándalo.
El 6 de diciembre de 2012 ALTER-EU recibió una respuesta muy decepcionante a la carta enviada al Presidente de la Comisión Barroso que incluía propuestas para una mejora de la transparencia y de las normas de conducta. La respuesta de la Comisión y la carta de ALTER-EU están disponibles aquí. . Un fragmento de dicha respuesta declara:
“La Comisión no ve la necesidad de comentar los rumores que han aparecido en los medios de comunicación, y ya ha afirmado claramente que el sr. Dalli decidió dimitir porque se le había hecho políticamente insostenible continuar en el cargo. Sus alegatos sobre la falta de transparencia por parte de la Comisión son infundados, tal y como demuestra el hecho de que un gran número de documentos relacionados con este asunto han sido divulgados por la Comisión conforme al Reglamento 1049/2001, incluyendo cuatro peticiones formuladas por miembros de ALTER-EU.
«Tal y como la Comisión ya ha explicado, en particular al Parlamento Europeo, el informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude ha sido transmitido a las autoridades maltesas y se halla ahora en proceso judicial en Malta. Está protegido por las normas que conciernen al secreto de sumario y no puede ser divulgado sin consentimiento previo de las autoridades maltesas”.
No obstante, el informe ha sido filtrado por un periódico maltés y está disponible aquí.
El escándalo del Dalligate comenzó mediante una queja de Swedish Match a la Comisión Europea, alegando que Silvio Zammit, contacto maltés de Dalli, ofreció a la compañía organizar reuniones con Dalli que derivarían en la revocación de la prohibición del snus (tabaco de mascar) por parte de la UE, a cambio de 60 millones de euros. Está en marcha un proceso judicial contra Zammit en Malta pero, sin tener en cuenta su resultado, queda claro, a partir de las declaraciones de Swedish Match y de su interacción con el Parlamento Europeo, que Swedish Match incurrió en un comportamiento inapropiado de lobby.
Swedish Match buscó el modo de acceder a personas con contacto privado con Dalli para tener un mejor acceso a él e influir en sus decisiones. Tras no conseguir sus objetivos de lobby por los métodos apropiados en Bruselas (p.ej. respondiendo a consultas públicas de la Comisión o reuniéndose con funcionarios, incluyendo los del gabinete de Dalli), Swedish Match envió a un representante, Johan Gabrielsson, a Malta para facilitar contactos con amistades y conocidos de del Comisario y, en última instancia, con el propio Dalli. Invadir la esfera personal de un Comisario de este modo para alcanzar objetivos de lobby constituye, según cree ALTER-EU, un comportamiento inapropiado en el contexto del lobby.
Tras la filtración de la investigación, resulta más complicado ahora para la Comisión seguir afirmando que no ha habido “falta de transparencia” por su parte en este “caso”. De acuerdo con el Regulación 1049/2001 es derecho de los ciudadanos conocer y tener acceso a los documentos de la Comisión, incluso mientras un proceso judicial está en curso. Si no se divulga un documento, la Comisión debe explicar con detalle el porqué, y la Comisión debería intentar permanentemente divulgar, al menos, algunas partes del documento. Sin duda, este caso es de alto interés público y debería prevalecer sobre los diferentes alegatos de la Comisión.
Para más información (en inglés), visitar:
http://www.alter-eu.org/documents/2013/01/letter-to-pesident-european-parliament-about-dalli-scandal
http://www.alter-eu.org/documents/2013/06/transparency-register-lobbyists-code-of-conduct